Protege tu jardín sin perjudicar el planeta con estos insecticidas para plantas naturales y caseros.
Estas recetas de insecticidas naturales que puedes elaborar tú mismo son tan seguras como efectivas para ayudarte a deshacerte de las plagas en tu jardín.
Los pesticidas de origen natural son una herramienta excelente para combatir plagas de insectos, que pueden transformar tu jardín en un festín abierto para ellos. Afortunadamente, crear estos productos en casa no tiene que ser un desafío, pero antes de aplicar a tus plantas
Realiza una prueba de sensibilidad
Algunas plantas pueden mostrar mayor sensibilidad a ciertos tratamientos que otras. Es recomendable llevar a cabo pruebas de sensibilidad. Simplemente aplica la mezcla en una pequeña área y espera 24 horas para verificar si se presenta algún daño. Y ahora vamos con los insecticidas naturales:
Insecticida natural de aceite vegetal
Un insecticida natural para plantas que puedes hacer en casa combinando aceite vegetal con un jabón suave (tal como el jabón de Castilla) puede tener un impacto notable en determinados insectos problemáticos, como pulgones, ácaros, trips, y más.
Para preparar un insecticida natural en aerosol básico a base de aceite, mezcla una taza de aceite vegetal con una cucharada de jabón (cúbrelo y agita bien) y luego, cuando esté listo añade dos cucharaditas de café de esta mezcla a un litro de agua, agita bien y rocía directamente las superficies de las plantas afectadas por las plagas.
El aceite crea una capa en los cuerpos de los insectos, asfixiándolos de manera efectiva.
Esto ocurre porque obstruye los poros responsables de su respiración.
Insecticida natural de Jabón Potásico
Un insecticida natural y casero para plantas que se asemeja al aerosol de aceite es el aerosol de jabón potásico, igualmente eficaz para manejar ácaros, pulgones, cochinillas, moscas blancas, escarabajos y otros insectos dañinos.
Para preparar un insecticida natural básico con jabón, se debe combinar una cucharadita de jabón con un litro de agua, y pulverizar esta mezcla directamente sobre las áreas afectadas de las plantas.
El insecticida natural con jabón potásico actúa de forma similar a aquel que contiene aceite, pudiendo ser aplicado cada tres dias hasta eliminar la plaga. Es importante tener en cuenta que no debería ser utilizado durante las horas más soleadas y calurosas del día, sino preferiblemente al atardecer o en la mañana temprano.

Insecticida natural y fungicida de aceite de arbol de té
El aceite derivado de las semillas del árbol de té se considera un potente pesticida natural, capaz de alterar el ciclo vital de los insectos en todas sus etapas (adulto, larva y huevo), convirtiéndolo en un valioso recurso para el jardinero que persigue métodos orgánicos.
El aceite de arbol de té actúa tanto como un disruptor hormonal como un antialimentario para los insectos que se alimentan de las hojas y otras partes vegetales. Es no tóxico para mascotas, aves, peces y otros seres silvestres, además de ser biodegradable y efectivo contra diversas plagas comunes en el jardín. Asimismo, funciona como un fungicida natural, capaz de combatir el mildiú y otras infecciones fúngicas en las plantas.
El aceite de arbol de té es un producto que se puede adquirir en diversas tiendas de jardinería, herboristerias e incluso supermercados.
Para emplear el aceite de arbol de té como un pesticida natural, es recomendable preparar una mezcla sencilla que incluya cinco mililitros de aceite de arbol de té junto con una cucharadita de jabón potásico, diluido en un litro de agua. Este preparado debe ser rociado sobre las hojas de la planta afectada. Además, el aceite de arbol de té puede utilizarse de manera preventiva, rociando las hojas de aquellas plantas que son propensas a la infestación antes de que ocurran los ataques.
Insecticida natural Tierra de diatomeas
Dicha sustancia natural, proviene de una roca sedimentaria generada por algas fósiles (diatomeas) y es un recurso bastante común (se estima que la tierra de diatomeas representa el 26 por ciento del peso de la corteza terrestre).
La tierra de diatomeas tiene múltiples aplicaciones en el hogar y su entorno, siendo su uso como insecticida natural solo una de ellas. Este material no funciona envenenando ni sofocando a los insectos, sino que su acción se debe a sus características abrasivas y a su capacidad de absorber los lípidos (una sustancia cerosa) presentes en el exoesqueleto de los insectos, provocando su deshidratación.
Generalmente, la tierra de diatomeas se encuentra en tiendas de jardinería. Para su aplicación, simplemente esparce la tierra alrededor de tus plantas y sobre las hojas, ayudará a controlar la presencia de caracoles, babosas y otros insectos que se arrastran. Debido a su característica seca, es esencial volver a aplicar la tierra de diatomeas después de cada lluvia para que mantenga su eficacia como pesticida natural.
Insecticida natural y fungicida de ajo y canela
El ajo es famoso por su característico olor, que puede resultar atractivo para algunos mientras que para otros es un verdadero repelente. Este fuerte aroma se percibe cuando se emplea como un pesticida y fungicida natural.
Para hacer un insecticida fungicida de ajo y canela, utiliza un bulbo entero (no hay que quitar la piel de los ajos) y tritúralos en una licuadora o un procesador de alimentos con un poco de agua junto con una cucharadita de canela. Deja que la mezcla repose toda la noche, luego pon la mezcla en una cazuela y añade agua hasta que haya dos litros de agua, deja hervir a fuego lento durante 30 minutos. Apaga el fuego, deja reposar y enfriar. Colar y rociar generosamente sobre las plantas afectadas.

Recuerda
Es importante recordar que erradicar todos los insectos de su jardín no es un objetivo deseable, ya que un ecosistema saludable requiere una diversidad de insectos, microbios y hongos beneficiosos tanto en el suelo como en las plantas. Así, promover la presencia de insectos depredadores (como mariquitas y mantis religiosas) y crear un hábitat favorable para ellos, además de mejorar la fertilidad del suelo, puede ser una estrategia efectiva para manejar las plagas.